Habitualmente se ha descrito a Milltown Brothers como una acertada combinación entre la música de The Byrds, unas cuantas influencias del sonido Madchester y un cantante cuya voz recordaba extremadamente a Bob Dylan. En cualquier caso, sólo con estas tres referencias, este grupo británico seguramente ya nos hubiese conquistado el corazón. Pero hay algo más: canciones. Los Milltown Brothers sabían hacer canciones de esas que son redondas, pegadizas, sencillas, directas, aparentemente fáciles pero que están perfectamente estructuradas, con embrujo en su tintineo, sus ritmos y sus voces. Una gozada.
La banda arrancó su recorrido en 1988, en Colne, en Lancashire, en Inglaterra. Esta es una ciudad situada musicalmente de forma estratégica, ya que está a menos de una hora al norte de Manchester, a casi hora y cuarto al oeste de Leeds y a poco más de 90 kilómetros al noreste de Liverpool. Tres referencias musicales que seguro influyeron en su música. En el 89 debutaron con el EP “Coming From The Mill”, en el que figuraban canciones como “Roses” o “Something On My Mind”, con el que consiguieron deslumbrar a los críticos del NME que no tardaron en incluirles en una especie de movida musical (algo ficticia) en la que militaban The Charlatans (los británicos), Inspiral Carpets (lamentablemente olvidados), Carter the Unstoppable Sex Machine, los muy brillantes The Mock Turtles o los anodinos New Fast Automatic Daffodils. Su siguiente sencillo, con “Whick Way Should I Jump” en la cara A y “Silvertown” en el reverso, consiguió entrar en Top 40 del Reino Unido y llegar al puesto 10 del Billboard en Estados Unidos.
Esta respuesta a su música no pasó desapercibida para la discográfica A&M que decidió editarles su primer álbum, “Slinky”, el cual salió al mercado en 1991, abriéndose paso hasta el lugar 27 del chart en UK. Del LP lanzaron el single “Here I Stand”, que terminaría convirtiéndose en su canción más conocida, seguramente porque sonaba en un drama de la BBC, “All Quiet On The Preston Front”. El LP, producido por Dave Meegan, contenía varios de sus previos singles y en él se podían encontrar ecos de Stone Roses, de Byrds, de Charlatans, un poco de psicodelia de Pink Floyd, la voz de Dylan… Y grandes canciones. Avales más que suficientes para convertirse en nuestro “Disco Recuperado”.
Los Milltown Brothers se separaron en 1993 tras publicar un nuevo álbum, “Valvue”. Tras una década en silencio, volvieron en 2004 con otro disco, “Rubberband”, editado por ellos mismos, que no estaba mal del todo. Y desde entonces han estado yendo y viniendo, juntándose y separándose hasta que en 2015 publicaron otro álbum más, “Long Road”, nada despreciable, por cierto. Aun con todo, “Slinky” sigue siendo su gran obra.
Formación: Matt Nelson, cantante y guitarrista; Simon Nelson, guitarra; James Fraser, bajo; Nian Brindle, batería; y Barney James, teclados.
Puedes escuchar canciones de este álbum en Plástico Elástico, en los programas 3.353 y sucesivos.