Allá por el verano de 2009 nos hicimos con el primer disco de una banda de Kansas City, Missouri, llamada Sons Of Great Dane. La portada del álbum llevaba por título el nombre del grupo y era realmente casera, un cartón marrón basto y sencillo, con un dibujo de un gran danés en color rojo y el nombre de la banda en negro, ambos realizados con plantilla. En el interior un pequeño sobre con el título “Why Ramble?” en letras negras sucias de plantilla (como si fuera un grafiti) y en cuyo interior portaba una tarjeta en el que aparecían los títulos de las canciones (sin numerar ni nada de nada), hechas con la misma tipografía.
Para ser sinceros tenemos que reconocer que no nos acordamos de cómo llego ese disco a nuestras manos. Posiblemente fuese a través de alguna web especializada en música independiente, de esas que visitamos habitualmente y que ofrecen muchos discos buenos (y alguna que otra castaña); probablemente fuese CD Baby. Este disco sí que era de los buenos de verdad.
Sons Of Great Dane surgió cuando Brent Windler, cantante y guitarrista, estaba preparándose para salir de gira con Scratch Track. Charlando con el bajista, Nolle Bond, surgió una idea de formar una banda y la que fueron dando forma tras varias noches de reuniones y cervezas. Dos años más tarde esa nueva formación terminó dando como fruto un álbum, “Why Ramble?”, que es el que de una forma previa nos llegó a Plástico Elástico.
Brent comenzó haciendo algunas maquetas de estas canciones varios años antes mientras vivía con el batería Nathan Jr. Richardson (The Casket Lottery, Appleseed Cast, Coalesce) allá en Kansas City. Entonces Brent tocaba la guitarra solista con Trelese mientras que se buscaba la vida colaborando con otras formaciones. La base de lo que hacía con los grupos con los que coincidía era una especie de country alternativo que llevaban a locales de la zona. Pero Brent quería desembarazarse de tanto punteo apabullante y empezar a modelar más las melodías.
Un buen día Brent conoció a través de unos amigos comunes al bajista Nolle, que se acababa de mudar a la ciudad. En seguida conectaron y muy pronto empezaron a tocar juntos y cuando Nat, de Appleseed Cast, se sumó al grupo, entonces estuvo clara la nueva formación: Sons Of Great Dane. Nat no duró mucho porque estaba metido en demasiadas historias, así que poco después de grabar el disco se marchó, dejando un hueco por el que ha pasado una larguísima lista de bateristas.
La música de este grupo y de su primer disco es una apasionante combinación de power pop, vía Big Star, Posies o Matthew Sweet, es decir de buenas y cuidadas melodías, con desarrollos profundos e influencias de americana, de folk, de pop y de country alternativo, como Uncle Tupelo, Old´97 o Willie Nelson. Es decir, un mejunje perfecto para satisfacer el gusto del buen aficionado. De hecho, Sons Of Great Dane consiguieron más repercusión en España y Brasil, en donde hay buenos y avispados amantes de la mejor música y algunos interesantes foros que reflejaron la calidad de este primer disco. Un buen ejemplo de lo que suena en este “disco recuperado” es la canción que aparece en el vídeo con el que completamos esta revisión, “Bullet Left It´s Barrels Head”.
Grabado en The Studio, en Springfield, contaron con nada menos que el bueno de Lou Whitney como ingeniero y productor. Un tipo en cuyo currículo aparecen al menos dos datos que le convierten en una estrella para nosotros: fue miembro de The Morells y The Skeletons y trabajó en el disco “Being There” de Wilco (para nuestro gusto, el mejor de su discografía). El álbum se grabó en una semana en una mesa analógica con la banda durmiendo en la caravana en la que murió la leyenda local del rockabilly Ronnie Self.
Diez canciones fantásticas de una banda que aún sigue con vida. Intermitentes y con cambios en la formación, eso sí, pero ahí siguen, tan campantes. Te invitamos a disfrutar durante los próximos programas de Plástico Elástico de la buena música, de las excelentes canciones de Sons Of Great Dane.