A pesar de que Regina Richards es mucho más conocida por su éxito del año 1986 “Baby Love”, el cual llegó al décimo puesto de la lista Billboard Hot 100, en Plástico Elástico hemos recuperado su primer álbum, publicado en 1980, porque, a pesar de tener una producción demasiado edulcorada, contiene un puñado de buenas canciones de power pop americano de principios de esa década.
Regina Richards, nacida el 22 de abril de 1961 en Brooklyn, Nueva York, era una chica que inicialmente tan solo quería componer para otros artistas, que a ser posible se moviesen en el mainstream, y hacerse famosa con ello. Un poco a lo Carole King. Su vena más inquieta, su carrera personal, la desarrolló por cauces más alternativos, lo que le permitió introducirse en las escenas punk y new wave neoyorquina. Especialmente cuando puso en funcionamiento su banda, Regina Richards And The Red Hot.
Con esta formación, Regina logró colarse en los tugurios más representativos de aquella época, como el mítico Max´s Kansas, el Irving Plaza y ese hervidero de gente alucinante que era en aquel entonces el CBGB. En una de sus actuaciones contactaron con el mítico productor musical Richard Gottenhrer (Blondie, The Go-Go´s, The Bongos, Richard Hell, Dr. Feelgood…) quien les echó una mano para que firmaran un contrato con A&M Records. Con Gottenhrer en la producción publicaron un primer sencillo con “Tyger” en la cara A y “Tug of War” en el reverso. Antes de que acabara el año lanzaron otro single con “Don´t Want You Back” como tema principal y “Company Girl” en el lado B, al que finalmente siguió su primer Lp, titulado “Regina Richards And The Red Hot”.
Uno de los problemas del grupo fue su inestabilidad. Sólo el guitarrista, y coros, Nez Perce (Nestor Zarragoitia) y ella se mantuvieron constantes. El resto fue un ir y venir de músicos que hacía muy difícil mantener la línea y evolucionar. Por ejemplo, en el disco participan el batería Mike Osborn y el bajista C.P Roth, que habían sustituido a los originales Robert Mullins y Albert P. Una de las características de la banda es que siempre hubo una o varias coristas apoyando a Regina. Por ese puesto pasaron Emily West, Susan Stern-Knapp y Sussan Johnson, las primeras, y luego llegaron Robin Levenson y finalmente Michelle Gale, que más adelante se convirtió en la única corista del grupo.
Su primera gira por Estados Unidos fue acompañando a unos pipiolos irlandeses que acababan de publicar un álbum titulado “Boy”. Efectivamente, eran U2. Al término del tour el grupo estaba más que desintegrado y aunque Regina siguió adelante junto a Nez Perce e incluso llegó a grabar un par de singles para el sello Johnny Apollo, aquello ya no daba para más y ahí se acabó todo. En 1986 Regina y el ultimo batería que pasó por la banda, Stephen Bray, quien había colaborado y tocado con Madonna, compusieron la canción “Baby Love”. Aunque ella estaba empeñada en que la cantara otra artista, su compañía en ese momento, Atlantic Records, la convenció para que lo hiciera ella. Fue una suerte porque la canción se incluyó en su álbum, “Curiosity”, y fue un éxito absoluto. Aprovechando el tirón, se extrajeron otros tres singles más del Lp que también tuvieron su repercusión, aunque algo menor. Y se acabó la historia porque su siguiente Lp, con título y todo, “Best Kept Secret”, jamás fue editado.
En Plástico Elástico hemos decidido recuperar este disco porque hay una buena mezcla de power pop y de new wave, de ingenuidad y de frescura, de guitarras y de melodías, de cuidados juegos de voces y buenos ritmos. Hay un puñado de muy buenas canciones a las que la producción les ha reducido su intensidad y su fuerza, aun así merecen la pena. Un disco a recuperar.
Puedes escuchar canciones de Regina Richards And The Red Hot en el programa 3.224, 3.225, 3.226, 3.227 y 3.228, hasta un total de cinco cortes.