Para encontrar los orígenes de esta banda británica hay que remontarse a una noche de juerga y alcohol de 1991. Entre trago y trago, dos amigos de toda la vida, Chris Duffel y Richard Jack, decidieron que era buen momento para armar un poco de ruido. Así que tras convencer al bajista Nick Elveston para que se uniera a ellos y hacerse con una caja de ritmos, empezaron a dar sus primeros conciertos. Por ponerse un nombre, deciden llamarse Electrocuting Elvis.
La verdad es que eran una panda de insensatos. De hecho, como aquello funcionaba bien y el público respondía a sus conciertos, pensaron que sería buena idea separarse. Sólo era una idea e iba a ser por un corto tiempo. Dijeron. El caso es que Chris Duffel se vino a Madrid y terminó pinchando en esa espléndida sala que era el Revolver Club. De hecho puso en marcha una original iniciativa que consistía en unas sesiones denominadas “solo puede quedar uno”. Y efectivamente, tras unas semanas en las que en el local sólo quedaba él, los responsables del club decidieron que siguiera poniendo en práctica su estrategia pero en otra sala. Sin trabajo decide regresar a su país pero un altercado con un importante personaje de la música española se lo impide.
A principios de 1994, con Chris definitivamente asentado en su hogar, llama a sus excompañeros Richard y Nick para retomar los Electrocuting Elvis. Para esta nueva etapa llaman al batería Steve Smith y al guitarrista Diggory Kenrick, el cual ya era famoso por haber sido portero del Chelsea, el equipo de fútbol y que más tarde lideró los Venus Ray. Con esta formación, el grupo despierta el interés del público y empiezan a tocar en directo por todas partes, incluyendo una gira por Japón.
Justo entonces se produce la marcha del bajista Nick Elveston, el cual es sustituido por Rob Coyne, que anteriormente había formado parte de los Silver Chapter y de Scientist. Con esa alineación, Electrocuting Elvis se pone las pilas para componer un puñado de canciones y definir plenamente su sonido. Su base era el rock and roll clásico, con la vista puesta en Chuck Berry, Eddie Cochran, Elvis Presley, Jerry Lewis, Gene Vincent, etcétera. Pero le añadían el músculo del rock más vigoroso, el de bandas como The Godfathers, que se acercaban a la new wave por los ritmos, los estribillos y las melodías, pero que se aproximaban también al hard rock por sus resonantes guitarras, sus ritmos contundentes y la intensidad y fiereza de su puesta en escena y de sus grabaciones.
Aunque su propuesta era más que válida, Electrocuting Elvis debía convencer a alguna discográfica (en aquel tiempo había demanda) para que les publicase su disco. Así que grabaron unas maquetas bajo la supervisión de Wreckless Eric y las mandaron a varios sellos. Uno de ellos fue el español Recordings From The Other Side, subsidiario de Caroline España, que inmediatamente les fichó y les preparó para grabar su disco de debut.
Así surgió su disco, nuestro “disco recuperado” en Plástico Elástico, “Postcards From Alien Nation”, que se grabó en River Studios con la producción de un músico cercano a la onda en la que querían moverse los Electrocuting Elvis. Ni más ni menos que Peter Gunn, guitarrista y productor de los Inmates. Como ingeniero aparece en los papeles Howard Fox. Y el resultado es una docena de poderosas canciones de rock and roll de primera categoría, que golpean como un martillo pilón y que, curiosamente, encierran unas estupendas melodías y unos estribillos irresistibles en la mayoría de las ocasiones.
Como siempre decimos en Plástico Elástico, esta es una excelente ocasión para descubrir a esta banda (que por cierto tuvimos en el programa) y este disco a aquellos que no los conocían. O bien para rescatarlos del olvido para los que en su día lo compraron y lo disfrutaron. Que empiecen los truenos.