El pasado 7 de enero, el músico de Burlington, Vermont, James Levinson publicó su nuevo álbum “Yes, Man”, un trabajo con el que el buen aficionado al pop puede disfrutar de un montón de bien armadas influencias sesenteras.
Este es el primer Lp que publica Levinson desde su nueva residencia, en Los Angeles, a donde se trasladó una vez agotado su periplo vital y musical en su ciudad natal. Y eso que no allá no le fue nada mal, porque además de publicar tres buenos trabajos y de alcanzar cierto reconocimiento, también ganó varios premios, como el Billboard Song Contest, el Premio Internacional de Música Acústica al Mejor Nuevo Artista Masculino, además de haber sido nominado para el Sirius Song Writer Discovery Of The Year. Todo ello por su talento, tal vez heredado de su padre, un profesor de música y compositor que influyó y mucho en sus gustos: Beatles, Zombies, Hollies, Chuck Berry…
El primer disco de Justin Levison, “1175 BOYLSTON” (su dirección en ese momento, lo grabó mientras estudiaba en Berklee y fue publicado en 2006 por OutTake Records. Gracias a este álbum tocó en el IPO (International Pop Overthrow Festival) de ese año. Entre premios y conciertos surgió “Bury Your Love”, su siguiente Lp y después se marchó a Nashville en donde, tal vez muy influenciado por el ambiente musical de la ciudad más musical del mundo, remató la década con la publicación del álbum “Predetermined Fate”, un encuentro entre el pop y el country alternativo. Curiosamente, aunque no es su disco más representativo, sí que le dio bastante prestigio y difusión, ya que con la canción “Waiting For Someone To Love Me” fue nominado al premio Descubrimiento como Compositor y Cantante del Año y otra pista del disco, “Losing You To Tennessee” fue utilizada para una campaña de Virgin Airlines.
En enero de 2012 lanzó su siguiente LP, “This Side Of Me, This Side Of You”, un manual de buen compositor e intérprete, con piano, guitarras, arreglos exquisitos, deliciosas armonías vocales… Un gran disco al que sigue “Yes, Man”, su nueva producción, la primera que realiza en su nueva localización, en Los Ángeles, y que absorbe todos los importantes influjos de esta ciudad. Fantásticas canciones con un sabor muy sesentero y también con jirones de los setenta y de California. Música soleada, atractiva e imaginativa, basada en un pop colorido, personal y deslumbrante. Buen ejemplo es la canción “Homewrecking Machine”, con muchos ecos de los Zombies y sobre todo de su memorable “She´s Not There”. Una pieza que habla de una mujer que consigue aumentar su autoestima seduciendo a hombres casados y destruyendo su matrimonio. No es una crítica a su comportamiento, más bien un aviso a navegantes y una elegía del amor verdadero.