Tras la tempestad viene la calma, al final del tunel está la luz, tras la lluvia siempre sale el sol. Vale, todo eso está muy bien pero hay que aguatar la tempestad, atravesar el tunel y empaparse pacientemente hasta que escampa y no siempre es fácil. Bob Mould (Malone, Nueva York, 1960) ha pasado una de esas malas rachas que parecen no tener fin y que muchas veces termina en rendición. Sin embargo, el mítico músico, cantante, guitarrista y compositor, que por derecho propio ya ha entrado en la historia de la música, se ha rehecho y vive ahora un buen momento. Legenda y músico influyente, tanto por sus primeros pasos musicales en el seno de Hüsker Dü, como posteriormente con Sugar y desde hace ya veinte años en solitario, uno de los numerosos méritos de Bob Mould es haber sabido combinar la distorsión, la fuerza, la electricidad desbocada con las melodías dulces, pegadizas y muy directas para dar envoltura a canciones a través de las cuales nos ha dado siempre su particular visión de la vida, de su persona y de todo lo que le rodea.
El pasado 25 de marzo Bob Mould publicó, a través del sello Merge Records, el álbum “Patch The Sky”, su decimosegundo disco de estudio y el tercero que ha grabado con la misma discográfica, con la misma banda y en el mismo estudio. Tal vez por eso tengan, los tres discos, “Silver Age” (2012), “Beauty & Ruin” (2014) y éste último, una cierta conexión. Mould y su banda han estado esta primavera de gira presentado el LP y ahora, en el principio del descanso veraniego, Bob se ha pasado por Barcelona para acudir al Primavera Sound y actuar, él sólo con su guitarra, en el Heineken Hidden
P.E. – Antes de grabar el disco “Patch the sky” tuvieron lugar en tu vida una serie de importantes acontecimientos, ¿cómo ha influido todo lo ocurrido en la construcción del álbum?
B.M. – Efectivamente, los dos últimos discos están bastante marcados por todos los hechos que han sucedido en mi vida personal. Justamente después de sacar “Silver Age” murió mi padre, lo cual tuvo un fuerte impacto en “Beauty & Ruin” y en la gira de este disco también murió mi madre y claro, todo ese proceso de creación y construcción del nuevo disco, “Patch The Sky”, se ha visto muy influido por estas pérdidas. Además también han desaparecido algunos buenos amigos y otros han enfermado, lo que de alguna forma también lo han marcado. Quizás todo esto sea simplemente reflejo de la vejez, porque cuando uno tiene una carrera larga ocurren estas cosas. La música pop es un reflejo de lo que vives, de lo que sucede en tu vida y yo, al tener una cierta edad y una larga trayectoria musical, el paso del tiempo empieza a estar marcado por una serie de hechos más tristes, aunque naturales, pero que no suelen ser los habituales en la música.
P.E. – ¿Cómo has podido encajar esa visión y esos acontecimentos que marcan el álbum dentro de una trilogía que había empezado previamente?
B.M. – No estoy seguro de que exista ese concepto de trilogía. Lo vi reflejado en una nota de prensa y todavía no sé quien lo dijo, quizás fue mi batería, jajajaja, no estoy seguro. Alguien mencionó esa idea sobre estos tres discos pero no era la idea inicial. Puede ser, vistos uno detras de otro, que sea verdad que todos están muy marcados y en la misma línea, tal vez pensando que todos tenían la misma banda, el mismo ingeniero de sonido, el mismo sello discográfico, la misma forma de creación e incluso musicalidad, pero están hechos en momentos personales muy diferentes. Así pues, no había una idea preconcebida de hacer una trilogía, más bien al contrario, viéndolos ahora, es cuando se les ha denominado como una trilogia, efectivamente compruebo que tengo el mismo ritmo en cada uno de ellos. Pero cada uno corresponde a un hecho aislado; y es más, tampoco lo quiero considerar como una trilogía porque eso significaría que es el último disco y quiero seguir con mi larga carrera unos cuantos años más.
P.E. – ¿Qué hay de cierto en que “Patch The Sky” iba a ser inicialmente un álbum acústico y, de ser así, cómo ocurrió su transformación?
B.M. – No, no… no es verdad. Solamente la canción más antigua del disco, “Hold On”, estaba compuesta y tocada con una guitarra acústica y llegó un poco después de que estubiera hecho el resto del álbum. Realmente nunca hubo una intención de hacer un disco más acústico o más relajado. Durante los seis meses que estuve componiendo salieron unas cincuenta canciones y la mayoría fueron escritas para guitarra eléctrica. Tal vez la inclusión de “Hold On” haya podido producir esa sensación.
P.E. – Con un bagaje musical tan importante detrás, con bandas tan importantes como Hüsker Dü, Sugar y veinte años en solitaro, y tantas cosas como te han pasado últimamente, ¿cómo ves tu futuro y qué planes tienes?
B.M. – Bueno, el último disco “Patch The Sky” salió en primavera y hemos hecho una larga gira de presentación con la banda, ahora estoy aquí en Barcelona, en un periodo de descanso, de hecho quería venir al Festival Primavera Sound como público, como fan porque me interesaba el cartel, pero luego surgió la posibilidad de tocar sólo en el Heineken Hidden Stage y además hacer de Dj. Luego iré a pasar el verano a Berlín y tal vez sea una buena oportunidad para pensar en algo nuevo, pero ya veremos. Después, en el otoño, empezaremos una nueva gira, por lo que en principio ahora no es un buen momento para pensar en proyectos nuevos, ahora toca disfrutar de este disco y de compartiro con el público. Quizás a finales de año o tal vez a principios del que viene, cuando paren las lluvias, empieze a trabajar en algo más. Normalmente no suelo plantearme los proyectos demasiado de antemano, más bien me gusta ir disfrutando el momento, de las oportunidades.
P.E. – El título de tu nuevo álbum hace referencia a la necesidad de seguir adelante, de pasar página, ¿estás, personal y musicalmente, abierto a todo lo que pueda surgir?
B.M. – Después de afrontar todas esas tristes pérdidas, era un hecho que tenía que asumir y no podía actuar de otra manera. Inicialmente al preparar el disco pensé que un sonido más fuerte, un ritmo más rápido, tal vez más punk, podría encajar mejor con el sentimiento que tenía en ese momento, pero luego vi que no era lo más natural para compartir mi dolor con el público. Entonces dejé que fluyera la música, que actuó como la mejor terapia, y surgieron las historias, mis vivencias personales, mis sentimientos, mi visión particular sobre lo que me rodea… Al final me han pasado cosas muy tristes y, efectivamente, quiero dar un paso hacia delante, pero no es algo que me planteo de forma premeditada, sino que es algo natural.
Considero que estoy en un momento único. Tengo una carrera muy larga y productiva y tengo la suerte de tener fans de toda la vida repartidos por todo el mundo y que me han acompañado y apoyado en todos mis proyectos y sí, efectivamente, he colaborado con muchas bandas, he tenido muchas etapas y he tocado varios estilos y me he ido reinventando poco a poco. Pero en los últimos cinco años, en los que he publicado estos tres álbumes y en los que he trabajado con la misma banda, siento que es algo realmente único y muy especial. Me siento muy cómodo y hay una muy buena relación con los discos del pasado, con el pasado en general, y no hay ni una nostalgia ni un revival triste, con la suerte añadida de que ese momento personal bueno que estoy viviendo con mi banda es el m¡smo que estoy teniendo con el público. Así que estoy muy cómodo actualmente viendo como algo con lo que yo realmente disfruto está teniendo muy buena recepción entre la audiencia. Por eso quiero alargarlo lo más posible.