José Casas es un tipo con una larguísima trayectoria musical, tanta que casi habría que hacerle la prueba del carbono 14 para datar con exactitud de cuando viene su afición por la música. En viejos papiros encontrados por ahí, se cuenta que su andadura como músico comenzó en los 80 en una banda llamada Helio en la que se empleó como guitarrista y compositor. El grupo, como tantos de aquella época, tuvo una vida compleja. Eran tiempos de punk, new wave y explosión cultural, pero también eran tiempos duros de servicio militar, paro, crisis y follones. En uno de esos parones armó otra formación, Arden Lágrimas, más que nada porque este sevillano no sabe vivir sin tocar, sin música. Con Helio de nuevo en activo, vuelven a la carga y graban algunas de las mejores canciones (y de los mejores discos) que se han hecho a orillas del Guadalquivir, aunque mucha gente no lo sepa y ni siquiera les suene el nombre. Algún día habrá que recuperar esa parte de la historia del pop español. Después vinieron Relicarios y finalmente se hartó de todo, del negocio, de la desidia y de la incomprensión y mandó la guitarra, el papel y la pluma a hacer puñetas. Menos mal que ese cabreo no fue ni definitivo ni duró demasiado y el bueno de don José Casas empezó su carrera en solitario.
Amante de los clásicos del pop, como The Kinks, The Who, The Beatles… y también del power pop y de la new wave, como Paul Collins, Plimsouls, Elvis Costello o Joe Jackson, se rodeó de un puñado de buenos músicos y parió José Casas Y La Pistola De Papá, una banda de una solvencia tremenda, con un sonido rotundo, experto y directo, que lo mismo hace excelentes versiones que se saca de la manga un puñado de magistrales composiciones y entregan unos discos fenomenales. Y además en una evolución constante, con variedad de planteamientos, letras inteligentes, atractivas y que reflejan un mundo de pasiones y emociones muy interesantes. Su última entrega, por ejemplo, es realmente diferente, un power pop teñido de sombras y matices, de desasosiego y electricidad. Gran disco.
Pero para matar el rato (y su amor por The Kinks), él y su banda han montado otro grupo paralelo, The Village Green Experience, con la que se dedican a versionar (y explorar) el apasionante mundo de Ray Davies, Dave Davies y compañía: The Kinks.
The Village Green Experience han decidido ir lanzando a lo largo de los próximos meses una serie de singles con canciones de The Kinks. El primero de ellos, titulado “Single Kinky #1” incluye dos excelentes covers: “You Shouldn´t Be Sad”, un bonito tema grabado en 1965 e incluido en el álbum “Kinda Kinks”, y “Rock & Roll Fantasy”, una canción fantástica incluida en el álbum “Misfits” editado en 1978. En ambas versiones, The Village Green Experience, banda formada por Julio Zabala, teclados y coros, Álvaro Márquez, bajo, Tony Gavilán, batería y coros, Dani Kinda, voz y guitarra acústica, y, por supuesto, José Casas, guitarra y coros, hacen dos estupendas versiones, respetuosas con el original pero también añadiendo algo del propio espíritu de esta buena formación.
De la segunda de estas canciones, “Rock & Roll Fantasy”, The Village Green Experience ha realizado un videoclip, realizado por el propio José Casas, que es quien habitualmente se encarga de estos menesteres. En Plástico Elástico ya estamos deseando que haya nuevas entregas.
Hello you, hello me, hello people we used to be
Isn’t it strange, we never changed
We’ve been through it all yet we’re still the same
And I know it’s a miracle, we still go, and for all we know
We might still have a way to go
Hello me, hello you, you say you want out
Want to start anew, throw in your hand
Break up the band, start a new life, be a new man
But for all we know, we might still have a way to go
Before you go, there’s something you ought to know
There’s a guy in my block, he lives for rock
He plays records day and night
And when he feels down, he puts some rock ‘n’ roll on
And it makes him feel alright
And when he feels the world is closing in
He turns his stereo way up high
He just spends his life, living in a rock ‘n’ roll fantasy
He just spends his life, living on the edge of reality
He just spends his life, in a rock ‘n’ roll fantasy
He just spends his life, living in a rock ‘n’ roll fantasy
He just spends his life, living on the edge of reality
He just spends his life, in a rock ‘n’ roll fantasy
He just spends his life, living in a rock ‘n’ roll fantasy
Look at me, look at you
You say you’ve got nothing left to prove
The King is dead, rock is done
You might be through but I’ve just begun
I don’t know, I feel free and I won’t let go
Before you go, there’s something you ought to know
Dan is a fan and he lives for our music
It’s the only thing that gets him by
He’s watched us grow and he’s seen all our shows
He’s seen us low and he’s seen us high
Oh, but you and me keep thinking
That the world’s just passing us by
Don’t want to spend my life, living in a rock ‘n’ roll fantasy
Don’t want to spend my life living on the edge of reality
Don’t want to waste my life, hiding away anymore
Don’t want to spend my life, living in a rock ‘n’ roll fantasy…